El camarón es y ha sido en las últimas décadas la especie marina de mayor relevancia dentro del comercio exterior. Ecuador es el mayor productor de camarón en cautiverio del hemisferio Occidental y el segundo productor a escala mundial, después de Tailandia; el 96% de la producción camaronera proviene del cultivo y el 4% de la pesca artesanal.
La acuicultura está orientada básicamente a la piscicultura del camarón, dicha actividad en el Ecuador nació de una manera casual, por el año de 1968 en la provincia de El Oro, específicamente cantón Santa Rosa, ya que accidentalmente por aguajes muy grandes, el agua del mar se depositaba en algunos salitrales y traían consigo camarones en estado de postlarvas y juvenil, los cuales después de cierto tiempo crecían hasta tamaños comerciales con bastante facilidad y sin ninguna acción mecánica. Los agricultores de la zona observaron este fenómeno, y empezaron a utilizar técnicas rudimentarias para la cría del camarón, construyendo piscinas para el cultivo de grandes extensiones, las que llenaban mediante bombas de agua y colectando semillas de los alrededores.
Especies de cultivo
El camarón blanco del Pacífico, es la principal especie de cultivo en la costa ecuatoriana de la familia Litopenaeus, del cual el 95% de la producción pertenece a la especie Litopenaeus vannamei, considerada una de las más resistentes a cambios medioambientales durante el desarrollo en cautiverio. El Litopenaeus Stylirostris conforma aproximadamente el 5% de la producción total. En menor escala se cultivan otras especies como: Litopenaeus Occidentalis, Litopenaeus Califormiensis y Litopenaeus Monodon.
Condiciones ambientales que afectan la calidad del agua
El cultivo de camarón presenta las mismas tres etapas que maneja la agricultura, es decir, la siembra, el crecimiento y la cosecha, las cuales se han logrado reproduciendo en cautiverio los procesos biológicos naturales de estos crustáceos.
Meteorológicamente la región costera del Ecuador posee dos épocas climatológicas: una época lluviosa de invierno y de altas temperaturas (alrededor de 30°C) y otra época seca de verano de temperaturas más bajas (alrededor de 25°C).
El perfil costanero ecuatoriano es influenciado por dos corrientes marinas: la corriente cálida del Niño, proveniente del norte y la corriente fría de Humboldt proveniente del sur, uniéndose en un punto, formando el frente ecuatorial y produciendo aguas altamente productivas. Además la descarga de ríos, produce aguas estuarinas lo que implica la existencia de un alto rango de salinidades, que ejercen variaciones en algunos parámetros químicos y provoca cambios en la diversidad biológica del medio.
Zonas de producción
La industria camaronera ocupa alrededor de 178.000 Has de tierra del litoral ecuatoriano, en las cuales se han construido estanques o piscinas de cultivo de diversos tamaños. La provincia de El Oro y el Golfo de Guayaquil, constituyen las regiones más productivas en las que se inició la actividad camaronera.
Importancia económica y social
La industria camaronera del Ecuador logró en algo más de una década uno de los éxitos de acuacultura más sorprendentes del mundo. Desde 1975, la piscicultura del camarón emergió como la principal actividad económica en la zona costera del Ecuador, originando una nueva fuente de exportación. Existen registros de que la producción de camarones en escala significativa comenzó desde 1952, con buques de arrastre. Hasta 1955 la producción fue menor que 1.000 toneladas métricas (t.m.), se duplicó en 1956 y superó las 3.000 t.m. en 1958. En la década de los 60 aumentó 3,5 veces hasta un máximo cercano a 9.000 t.m. en 1969 [8].
Luego de que los primeros empresarios camaroneros tuvieran excelentes resultados con el cultivo del crustáceo, se impulsó la actividad en otras provincias de la costa ecuatoriana como Guayas, Manabí y Esmeraldas, por el año de 1976; en ese año la producción fue de 9.000 t.m. y alcanzó un máximo de 44.600 t.m. en 1983 (35.700 t.m., de cultivos). En 1984 y 1985 la producción en estanques cayó a 33.600 y 30.205 t.m. respectivamente, lo que fue atribuido a la falta de postlarvas para la siembra. De ahí en adelante el desarrollo de la industria camaronera se expandió en forma sustentable, a tal punto de convertirse en uno de los principales rubros de exportación para el país, esto permitió fomentar una de las industrias de mayor auge en los últimos 30 años.
“A lo largo de la costa ecuatoriana puede verse los efectos en el consumo de este sector: casa de pescadores con antenas de televisión, vehículos de trabajo, botes de fibra de vidrio sustituyendo a las antiguas canoas de balsa, etc.; el personal de las empacadoras, es en su mayoría femenina, que han aprendido la delicada tarea de separar la cabeza del camarón, de clasificarlos y empacarlos. La industria del camarón da empleo directo a 195.000 personas, cada una de ellas genera US $2.643 al año en exportaciones, un rendimiento solo superado por el petróleo.